martes, 25 de noviembre de 2008

Velocímetro

Hace una semana, en la A6, el velocímetro pasó de 120 km/h a 20 km/h y se quedó ahí, muerto para siempre.

Como el cuentakilómetros parcial y total seguían funcionando, descartamos la rotura del cable que va de la caja de cambios al cuadro.

Así que, dado que para conseguir que el cuentarrevoluciones volviera a la vida sólo hubo que retirarlo del cuadro, abrir el cristal, soplar y engrasar, procedimos a realizar la misma operación con el velocímetro.

En este caso, hubo que soltar además de los cables de iluminación y masa, el alambre de puesta a cero de cuentakm parcial y el cable de acero marcador de la velocidad.

Con un taladro/destornillador electríco reversible pudimos ver que, en efecto, el velocímetro estaba seriamente dañado y no era suficiente con soplar y engrasar. Sin nada que perder, procedimos a despiezar el velocímetro:


Por cierto, pudimos comprobar que se trata de un velocímetro de inducción, tipo Eddy, como el del esquema:


Tras analizar las piezas, vimos que el eje (en verde en el esquema) que une la campana metálica con la aguja giraba loco:


Una gotita de pegamento solventó el problema.

Volvimos a montar el velocímetro y lo probamos en el coche.

Como marcaba unos 30 km/h menos de lo debido, volvimos a desmontarlo para debilitar el muelle que fuerza el retorno de la aguja: con unas pinzas y un mechero estiramos el serpentín y ahora el error no es tan grave.

De todas formas, nos estamos confeccionando una tabla de equivalencias velocidad marcada - velocidad real con ayuda de un GPS. Al menos para poder participar en los rallies de regularidad...

Luna trasera

Primer y más urgente arreglo: luna de plástico trasera.

Mirados precios, resulta que el precio total (mano de obra + capota) no baja de 500 euros.

La solución que nos plantean en los lugares donde llevamos el Alfa para repararlo es cambiar toda la capota. Pero es nuestra intención mantener el máximo número de piezas orginales, así que decidimos arreglarlo nostros mismos, sin desmontar la capota.

Antes de empezar, buscamos un plástico trasparente de 1-1.5 mm de grosor, flexible y a buen precio. Por 50 euros tenemos suficiente para dos lunas, por si nos equivocamos.

Siguiente paso: retirar con un cutter la luna antigua. Esto es muy fácil y sólo requiere estar algo atento.
Con la operación, las costuras saltan y desaparecen, así que decidimos eliminar estas costuras completamente.

¿Cómo lo pegamos? Con el siguiente material:
      Dos tablones, de menos de una cuarta de ancho, dos cuartas de largo y un cm o menos de espesor.
      Dos mordazas pequeñas.
      Pegamento de dos componentes para plásticos.
      Grapadora.

Y ahora, cortamos la nueva luna utilizando la antigua como patron pero dejando entre 1 y 2 cm de reborde extra.

Entre dos, no es complicado colocar la nueva luna y sujetarla provisionalmente con grapas.

Con muchos días por delante (nostros hemos tardado alrededor de 30 días), vamos pegando pequeños tramos de una cuarta que presionamos por ambos lados con ayuda de los tablones y las mordazas y aprovechando que no toda la luna está pegada, que es flexible y que podemos atravesar las mordazas de una lado a otro.

Como el mayor problema está en el último tramo, es mejor dejar que éste quede en la parte superior de la capota (la lluvia cae y la banda inferior recibe todo el agua que corre por la luna, así que esta parte debe estar perfectamente sellada).
Para este último tramo, nosotros pegamos de cm en cm y fuimos presionando desde el interior con un simple palo sujeto en los reposacabezas.... un poco ramplón, pero eficaz.

Hoy le hemos dejado fuera sin cubrir con una lona, ha nevado un poco y ha aparecido con dos dedos de nieve. Ni una gota ha calado al interior. (Por cierto, arrancó a la primera, aunque sólo había 1 grado bajo cero).

Protohistoria

En verano de 2008, adquirimos un Alfa Romeo Spider 2000 del año 83, alemán, sin matrícula española.

Los periplos comenzaron con la matriculación. ¿Matrícula histórica o matrícula tradicional?
Analizadas las ventajas y contras de cada uno:
* Matrícula histórica:
+ mínimo impuesto de circulación
+ ITVs cada 5 años especiales con exigencias mínimas
- proceso largo, muy largo
- proceso caro: 900 euros más o menos

* Matrícula normal:
+ proceso rápido
+ ITV garantizan el buen estado del coche
- menor encanto
- al final, en unos años, habrá que matricularlo histórico

Visto que el coche no podía circular (no tenía matrícula) y que pasó una ITV informativa sin problema ninguno (sólo falló un poco la luz de iluminación de la matrícula), decidimos la matriculación estándar.

Problemas incomprensibles con los códigos de homologación (problema que depende de la ITV en la que se consulte para que sean sorteables o insalvables) retrasan unos días la matrícula y hacen que el coche tenga que moverse en grúa de un sitio a otro.

Por fin ¡matriculado!

Y empieza el mantenimiento y la diversión.....


Pininfarino recién llegado, con su matrícula caducada:


Primer paseo, por el embalse de Navacerrada: